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La tokenización de activos redefine el acceso a inversiones de alto valor, permitiendo que más personas participen con pequeñas sumas. Mediante blockchain, esta tecnología convierte bienes físicos en tokens digitales, fraccionando la propiedad para ofrecer accesibilidad y liquidez. Desde bienes raíces hasta arte, los tokens democratizan el capital y diversifican las carteras.
La tecnología puede ser un motor de movilidad social en México, pero es clave asegurar un acceso equitativo y políticas de inclusión. Países con mayor movilidad social son más dinámicos e innovadores. El acceso a herramientas digitales puede abrir nuevas oportunidades para todos.
México se enfrenta a un panorama lleno de desafíos y oportunidades con la próxima administración de la Dra. Claudia Sheinbaum. La atracción de inversión extranjera directa (IED) será crucial, con el nearshoring como una gran oportunidad. Mejorar la burocracia, seguridad y educación técnica será vital para capitalizar estas oportunidades y mejorar la calidad de vida.
Ya sea mejorando la experiencia de compra en el retail, personalizando productos financieros o aumentando la eficiencia en la producción, las lecciones de Netflix para tener éxito en la era digital son claras: conocer al cliente, invertir en tecnología de punta y fomentar una cultura de innovación.
La inclusión financiera es esencial para impulsar la adopción generalizada de los nuevos instrumentos financieros como el DiMo (Dinero Móvil) y, también, la confianza del usuario en ellos. La suma de lo anterior podría conducir a cambios significativos en el sistema bancario en los próximos años.
Cierro esta serie de artículos sobre IA con una cuestión fundamental: ¿Hasta qué punto es hoy en día infalible esta tecnología? ¿Podría tratarse de un mito social alimentado por expectativas poco realistas? Sin duda, comprender su grado de confiabilidad nos permitirá aprovecharla al máximo, incrementando nuestra productividad y cosechando los ansiados beneficios económicos y sociales que asociamos a ella.
Hace poco leí un artículo en Financial Post acerca de la Inteligencia Artificial (IA) y el uso de nuevas tecnologías que decía: “Imagine a un grupo de caballos al final de la era Victoriana discutiendo sobre cómo la llegada del automóvil afectaría sus trabajos. Algunos sugerirían que cada mejora tecnológica hasta la fecha habría mejorado su calidad de vida. Otros podrían decir que aunque la nueva máquina tomara sus empleos, los humanos siempre requerirían caballos por lo que su futuro económico estaría a salvo”.
Las nuevas tecnologías como la IA siempre van a generar cambios, a veces paulatinos y a veces abruptos, que literalmente nos mueven el piso y nos obligan a renovarnos.