#ÓscarDíezMartín

Adiós a los activos

Luego de terminar una llamada, arrellanado ya en mi asiento para un vuelo de negocios a Madrid,  mis oídos aún con los auriculares conectados al bluetooth de mi teléfono, me quedé mirando en la pantalla y, casi en automático, abrí Spotify y activé la tecla de reproducción programada en modo aleatorio.  Suena «Here Comes the Sun» de The Beatles, una melodía que siempre me transporta a un estado de calma. 

Cerré los ojos, y mientras me dejaba llevar por la música, una idea comenzó a rondar en mi mente: ¿por qué prefiero suscripciones a servicios de música en lugar de comprar “mis” álbumes? Y, más interesante aún, ¿cómo este cambio de modelo se está extendiendo a otras industrias? 

Los modelos de negocio «as a service» están destinados a modificar la forma en que las empresas y los consumidores perciben los productos y servicios. Desde la música hasta la maquinaria industrial, la tendencia se está moviendo hacia la renta en lugar de la compra. Esta transformación tiene implicaciones significativas tanto para los usuarios como para los fabricantes.

Para los usuarios, los beneficios son claros. La flexibilidad financiera es uno de los mayores atractivos. Los usuarios no necesitan hacer grandes inversiones iniciales, lo cual es especialmente útil para pequeñas y medianas empresas. Además, la renta permite acceder a la tecnología más avanzada sin tener que preocuparse por la depreciación de los activos. 

En muchos modelos de renta, el mantenimiento y soporte técnico están incluidos, lo que reduce costos y problemas operativos. Sin embargo, también existen desventajas. Aunque los pagos iniciales son menores, los costos acumulados a largo plazo pueden ser mayores que la compra directa de un activo. Además, los usuarios dependen del proveedor para la disponibilidad y calidad del servicio, lo que puede generar riesgos si el proveedor enfrenta problemas.

Modelo de negocio no tan sencillo

Para los fabricantes, los modelos de renta ofrecen ingresos recurrentes, lo que genera flujos de ingresos constantes y predecibles. Facilitan relaciones duraderas con los clientes, permitiendo un mejor entendimiento de sus necesidades y la posibilidad de ofrecer servicios adicionales. Además, los activos pueden ser reutilizados y rentados a múltiples clientes a lo largo de su vida útil, optimizando así la utilización de recursos. Sin embargo, los fabricantes deben asumir la responsabilidad del mantenimiento y actualización de los activos, lo que puede ser un desafío. La gestión de un modelo de renta puede ser más compleja y requerir sistemas y procesos adicionales.

En la industria automotriz, Nissan y otras compañías ofrecen opciones de leasing y renta de vehículos, lo que facilita el acceso a nuevos modelos sin los compromisos de la propiedad. Este enfoque ha sido particularmente atractivo en mercados como el de autos eléctricos, donde la tecnología avanza rápidamente. 

En el sector de la robótica industrial, empresas como Universal Robots han implementado modelos de renta para sus robots colaborativos (cobots). Este modelo permite a las pymes acceder a la automatización avanzada sin los altos costos iniciales. 

En el ámbito de la tecnología y software, ejemplos como Spotify y Netflix ofrecen acceso ilimitado a contenidos mediante suscripciones. En el ámbito empresarial, Salesforce y Microsoft Azure son pioneros en ofrecer software y servicios en la nube bajo modelos «as a service».

Para qué comprar

Un estudio de Gartner predice que para 2025, el 80% de las empresas habrán migrado a modelos de negocio «as a service» para acceder a tecnologías clave. Este crecimiento está impulsado por la necesidad de flexibilidad y la rápida evolución tecnológica.

Para una empresa que considere transformarse a un modelo «as a service», es crucial evaluar la viabilidad del modelo, así como analizar si sus productos o servicios son aptos para ser ofrecidos bajo un modelo de renta y considerar la demanda del mercado y los costos de implementación. 

También debe desarrollar una propuesta de valor clara que comunique los beneficios que ofrecerá el modelo, como menor costo inicial, mantenimiento incluido y acceso a actualizaciones tecnológicas; además, debe establecer la infraestructura de soporte necesaria para gestionar contratos de renta, mantenimiento y soporte técnico.

Otro aspecto vital será capacitar al equipo en la nueva forma de operar y gestionar el cambio organizacional para adoptar una cultura de servicio continuo. 

El movimiento del avión, en la búsqueda de posición sobre la pista de despeje, me trajo de nuevo al asiento del avión. Irónicamente, aunque no sé cuántas canciones han transcurrido ya, en mis audífonos ahora suena “Changes”, del grupo Yes. Tal como lo indica el tema, el mundo está cambiando. Nuestras empresas deben estar alerta a los ajustes de ruta en este camino hacia el futuro. 

Los modelos «as a service» no solo están aquí para quedarse, sino que representan una evolución natural en la forma en que interactuamos con los productos y servicios. El mercado aprecia más que nunca la flexibilidad y la percepción de valor parece alejarse del acto fetichista de la posesión.

Los comentarios están cerrados.