Como ha sucedido en diversos campos de la automatización, existe la creencia de que con la llegada de la Inteligencia Artificial (IA), serán las tareas de menor valor las que irán desapareciendo, mientras que las de mayor jerarquía se mantendrán para disfrutar de las mieles de la eficiencia operativa y los rendimientos cosechados del campo digital.
Pero, en el caso de la IA, la historia puede ser muy diferente y podría afectar a una amplia gama de ocupaciones, lo que incluye algunos trabajos de alta especialización. De hecho, son muchos empleos que requieren habilidades manuales y físicas las que pueden mantener su vigencia aún en un entorno de inteligencias digitales avanzadas, encontrando su lugar en ecosistemas ciber-físicos y haciéndolo bajo ambientes más cómodos con mayor compensación.
La pregunta que surge entonces es, ¿en qué me especializo y en qué me dejo de preocupar (o de ocupar) para abrirle espacio a la IA?
Para ello existen algunas pistas. Ya he comentado anteriormente en este espacio que actividades como la redacción de documentos jurídicos, traducciones, generación de cierto tipo de contenido noticioso, cálculos matemáticos, análisis financieros y diseño; podrían ya no existir en los próximos años, pues la IA generativa se haría cargo de estas actividades a través de una conversación con un usuario.
Un triste adiós
Algunas de estas actividades, son consideradas como de alta especialización, pensemos en ingenieros o matemáticos haciendo cálculos para proyecciones y estimaciones de demanda para áreas de mercadotecnia y de producción. Bueno, pues ellos podrían irse a su casa y ser los algoritmos los que se “sienten cómodamente” en sus sillas.
Recientemente IBM dio a conocer que cerrará un número significativo de plazas cuyas funciones ahora pueden realizarse con Inteligencia Artificial. Según la revista Forbes, serían alrededor de 7,800 posiciones a ser sustituidas en los próximos 5 años, sobre todo en áreas de back office, como recursos humanos. La verdad, es que esto puede tocar todos los niveles de adiestramiento en una profesión.
Aún podemos hablar de escenarios poco predecibles pero con señales claras en cuanto a la dirección de la IA y de los campos en los que se acomodará mejor, pero la señal más importante es que no importa tu grado de especialización o tu jerarquía en una compañía, tu puesto podría ser reclamado por entes algorítmicas sin ánimo de solicitar vacaciones.
Inteligencia de cuello blanco
Si bien la automatización en plantas industriales se ha caracterizado por hacer a un lado la mano de obra, la Inteligencia Artificial podría estar haciendo lo propio con el capital intelectual, pero sin poder intervenir en ocupaciones físicas. Entre las profesiones que se mantendrán firme ante las máquinas inteligentes podrían ser los mecánicos de mantenimiento, cuya labor será más sencilla gracias a los sistemas de prevención y predicción de los programas de software, así como a las herramientas informáticas de diagnóstico; pero sus manos y pericia, así como su criterio en el campo de acción, seguirán siendo requeridos.
De esta manera, si repasamos una lista de profesiones “menos calificadas” a las que la IA no les hará “ni cosquillas”, podemos pensar en cocineros, operadores de maquinaria pesada (incluidas operaciones como perforación en pozos, que requieren un alto grado de reacción y criterio combinados con el uso de la fuerza), lavaplatos, fabricantes de moldes y troqueles, albañiles, carpinteros, pintores (artistas y de brocha gorda), plomeros, trabajadores de la metalurgia y otras profesiones que hoy podrían entrar en una categoría de poca agregación de valor.
Sin duda la idea de que las personas desplazadas podrían ser solo aquellas que tienen baja preparación no es más que un mito. La IA está en una etapa tan temprana que aún es difícil saber cómo se desarrollará en las estructuras laborales, así que mejor vayamos pensando de una vez en nuestra capacidad para reinventarnos, sea cual sea nuestra profesión o posición en una organización.