Así como referirse del centro del universo sugiere un ejercicio pretencioso en términos astronómicos y hasta, dicho alegóricamente, sociales; la información se está trasladando su concepto de centro gravitatorio al de un universo reticular con nodos dispersos e interdependientes para dar sentido a los contenidos que almacenan. Con conceptos como blockchain y cloud computing, la computación y las telecomunicaciones no podrían determinarse bajo un concepto más distribuido que el actual.
Pero este ha sido sin duda un proceso evolutivo y, sobre todo comparado con otras tecnologías, vertiginoso.
Parece lejano el momento en el que internet, en sus albores, se caracterizó por ser una web estática y de “solo lectura”. La información estaba disponible en forma de páginas HTML, que los usuarios podían leer, pero en las que no podían interactuar. No había redes sociales, ni contenido multimedia robusto, ni mucho menos servicios en línea.
Luego de algunos años, tal vez hacia principios del siglo XXI, se comienza a dibujar una segunda etapa de internet, la cual se caracterizó por una mayor interactividad y colaboración entre los usuarios. Las páginas web se volvieron más dinámicas y se introdujeron herramientas de colaboración en línea, como wikis, blogs y redes sociales. Además, comienzan a ser comunes los servicios en línea. Los usuarios también empezaron a generar y compartir contenido en línea.
Desde hace poco más de un lustro, se comenzó a dibujar un concepto ya identificado como web 3, una tercera etapa en la que emergen las cadenas de bloques (blockchain), modelos de almacenamiento distribuido, aplicaciones y servicios en línea, así como modelos trabajo completamente abiertos y descentralizados, sin la necesidad de depender necesariamente de grandes empresas y permitiendo el desarrollo de un mercado y una economía más pulverizados.
En la internet actual los datos son más privados y seguros. Los usuarios tienen mayor control sobre su información y no dependen de grandes empresas para almacenar y procesar sus datos. Además, la Web 3 permite la creación de nuevas formas de organización y gobernanza, como las organizaciones autónomas descentralizadas (DAOs).
Los datos en muchos sitios
Con la web 3 se busca descentralizar la información y las aplicaciones, eliminando la necesidad de intermediarios y permitiendo a los usuarios tener el control total de sus datos y activos digitales. Aquí es donde entra la magia del blockchain, que permite registrar y validar transacciones de manera segura y transparente sin la necesidad de un tercero de confianza.
Según un informe de la firma de investigación de mercado Grand View Research, se espera que el mercado global de tecnología blockchain crezca a una tasa compuesta anual del 87.7% de 2023 a 2030, con un valor de mercado de más de 1,450 billones de dólares (expresado en México: 1.45 billones), impulsado por la adopción de la tecnología en sectores como la banca, el comercio electrónico y la cadena de suministro.
Conforme evolucione, surgirán productos y herramientas que generarán disrupciones en diferentes campos económicos y de mercado. Tal vez el ejemplo más evidente sea el de las criptomonedas, las cuales son activos digitales empleadas como medio de intercambio y almacenamiento de valor. Su base está en blockchain y es posible utilizarlas para la realización de transacciones de manera segura y sin la necesidad de intermediarios. En algunos países, como India, el crecimiento ha sido sobresaliente en los últimos años. Por el contrario, en México, ha sido baja y estable en los últimos años.
Otro producto interesante derivado de la web 3 son los contratos inteligentes. Se trata de programas que se ejecutan de manera automática cuando se cumplen ciertas condiciones preestablecidas. Estos contratos se almacenan en la cadena de bloques y se pueden utilizar para crear aplicaciones descentralizadas (dapps) y sistemas de gobierno autónomos. Firmas especializadas, coinciden en que blockchain es un libro de contabilidad digital incorruptible programado para registrar prácticamente todas las transacciones con transparencia compartida. “Cada paso del proceso de contratación genera notificaciones y alertas a todas las partes involucradas y produce un registro compartido de toda la actividad. El resultado son contratos definitivos, almacenados electrónicamente en una ubicación a la que solo pueden acceder las partes con acceso, y con versiones y actividades claramente registradas.” Se espera que el crecimiento de este tipo de contratos se dispare en los próximos conforme el uso de blockchain crezca al igual que la confianza en ella.
Ecosistema de innovación
Un aspecto sin duda atractivo para que las empresas y los usuarios en lo particular migren hacia un modelo descentralizado es la propiedad de la información, pues los datos estarían encriptados en estas plataformas distribuidas y dejarían de ser “propiedad” o estar en posesión de los gigantes de la tecnología, los gobiernos o las empresas oferentes de servicios.
También, como menciono anteriormente, modelos de información descentralizada incrementan la seguridad de cada dato, pues no solo reside en diversos nodos, sino que el mismo proceso de validación se hace en múltiples sitios, que podrían contarse por miles, los cuales tendrían que violarse de manera simultánea por un hacker para perpetrar un equipo.
La descentralización ofrecida por la web 3 promete mayor transparencia (lo que reduce la posibilidad de fraudes y la manipulación de datos), un incremento de la privacidad debido al control que el usuario tendrá de sus propios datos y, sin duda, un ecosistema fértil para la innovación, con un considerable resurgimiento de proyectos y modelos de negocio nuevos.
En el futuro de la web 3, atestiguaremos con toda seguridad una efervescencia de esfuerzos para resolver posibles limitaciones de la capacidad de procesamiento de las tecnologías existentes y esfuerzos considerables en la reducción del uso energético por los centros de datos, que, según algunos datos publicados, podría representar en 2030 hasta 8% del consumo total de energía.
No hay duda de que la web 3 trae consigo oportunidades importantes para empresas y nuevos emprendedores, así como beneficios tangibles en los usuarios. La adopción de las nuevas tecnologías relacionadas con la evolución de internet generará cambios disruptivos y en muy corto plazo, más aún con el ahora evidente arribo de la inteligencia artificial. La descentralización, a partir de la infraestructura del blockchain, promete crear plataformas y sistemas más justos, transparentes y seguros. Lo cierto es que tendremos que cambiarnos rápido el chip, si es que queremos ser parte del nuevo “nivel” del juego tecnológico.