Hace poco leí un artículo en Financial Post acerca de la Inteligencia Artificial (IA) y el uso de nuevas tecnologías que decía: “Imagine a un grupo de caballos al final de la era Victoriana discutiendo sobre cómo la llegada del automóvil afectaría sus trabajos. Algunos sugerirían que cada mejora tecnológica hasta la fecha habría mejorado su calidad de vida. Otros podrían decir que aunque la nueva máquina tomara sus empleos, los humanos siempre requerirían caballos por lo que su futuro económico estaría a salvo”.
Las nuevas tecnologías como la IA siempre van a generar cambios, a veces paulatinos y a veces abruptos, que literalmente nos mueven el piso y nos obligan a renovarnos.