Así como referirse del centro del universo sugiere un ejercicio pretencioso en términos astronómicos y hasta, dicho alegóricamente, sociales; la información se está trasladando su concepto de centro gravitatorio al de un universo reticular con nodos dispersos e interdependientes para dar sentido a los contenidos que almacenan. Con conceptos como blockchain y cloud computing, la computación y las telecomunicaciones no podrían determinarse bajo un concepto más distribuido que el actual.
¿Quién debe ser responsable de la soberanía digital?
Una pregunta que actualmente debemos hacernos es quién tiene y qué uso da a nuestros datos. En México, es relativamente común y fácil que la información personal o los de las empresas sean recabados para realizar registros, trámites o transacciones, por mencionar algunos ejemplos; estos datos, compartidos como un “acto de buena fe” en diversos medios digitales, podrían no estar necesariamente en las mejores manos. En consecuencia, el concepto de soberanía de la información ha tomado un auge importante en los últimos años.
El dilema del litio
Con el descubrimiento de importantes yacimientos de litio en México, específicamente en las regiones norte y noroeste, ha surgido una álgida y necesaria discusión en torno a los pros y contras de los modelos de explotación de dicho mineral. Incluso el gobierno mexicano emitió un nuevo decreto con el que se pretende que sea el Estado el que gestione y regule los procesos de extracción y también, en un futuro, la cadena de valor relativa a los productos a base de litio, como las baterías.