Todos los días leemos o escuchamos sobre el desarrollo de la industria de autos eléctricos. Miles y miles de personas están en la conversación. Sin embargo, cada vez ganan más terreno las ideas relacionadas con el desarrollo de tecnologías alternativas para la producción de energía con miras a crear alternativas más sostenibles y limpias en el sector automotriz.
Es así como el motor de agua o hidrógeno han sido opciones que han llamado la atención de muchos entusiastas y expertos en la materia que parten de la premisa de que los autos eléctricos, como los conocemos, no son una opción viable en el largo plazo y se podrían extinguir tan rápido como los casets de video Beta lo hicieron ante los formatos VHS, y luego los discos láser y blue ray.
En un artículo publicado por Diariomotor, se habla sobre el trabajo de Arturo Estévez, un inventor español que desarrolló un motor de agua capaz de funcionar con hidrógeno. Según Estévez, su motor es capaz de generar energía de manera limpia y sostenible, sin producir emisiones contaminantes en lo absoluto.
El motor de Estévez funciona mediante la electrólisis del agua, que consiste en separar el hidrógeno y el oxígeno del agua con un proceso eléctrico. El hidrógeno se utiliza como combustible para el motor, mientras que el oxígeno se libera al aire como subproducto del proceso. Según el inventor, su motor es capaz de funcionar con cualquier tipo de agua, incluso salada.
Aunque el motor de agua de Estévez suena prometedor, aún es un prototipo que necesita ser probado y desarrollado antes de ser considerado una alternativa viable para la producción de energía en el sector automotriz. Pero sin duda, sirve de ejemplo para ilustrar un enorme océano posible de alternativas para el futuro de la movilidad.
De hecho, las hay más consolidadas en el mercado y son consideradas como alternativas más sostenibles y limpias que los autos eléctricos actuales. Tal es el caso de la pila de combustible de hidrógeno, que utiliza este gas como combustible y produce electricidad a través de una reacción química. Los vehículos impulsados por pila de combustible de hidrógeno emiten solo vapor de agua como subproducto, lo que los hace extremadamente limpios y sostenibles.
Empresas como Toyota, Hyundai y Honda han estado invirtiendo en tecnología de pila de combustible de hidrógeno y han estado produciendo vehículos impulsados por esta tecnología desde hace algunos años. El Toyota Mirai, el Hyundai Nexo y el Honda Clarity Fuel Cell son algunos de los modelos más conocidos en el mercado.
Otra alternativa interesante es la utilización de biocombustibles, que son combustibles producidos a partir de fuentes renovables, como cultivos agrícolas, residuos orgánicos y algas. Si viste la trilogía de la película Volver al Fututo, sabrás a qué me refiero (un científico de pelos blancos y alborotados buscando “basura” para que su coche “jale”).
Los biocombustibles pueden utilizarse en motores de combustión interna modificados para reducir las emisiones de contaminantes. Aunque los biocombustibles pueden ser una opción sostenible y limpia, su producción en grandes cantidades podría tener un impacto negativo en la seguridad alimentaria y en la biodiversidad.
Otras opciones son la utilización de energía solar y la recuperación de energía cinética, las cuales se están explorando en la industria automotriz. La energía solar puede ser utilizada para alimentar los sistemas eléctricos de los vehículos, mientras que la recuperación de energía cinética aprovecha la energía generada durante el frenado y la desaceleración del vehículo para recargar la batería.
Existen otras maneras de hacer la movilidad más sostenible y no tiene nada que ver con el motor. Este es el caso de la utilización de materiales sostenibles y reciclables en la fabricación de vehículos. El uso de materiales como el bambú, la fibra de cáñamo y la fibra de vidrio reciclada en la fabricación de vehículos puede reducir significativamente la huella de carbono de la producción de automóviles. Además, estos materiales pueden ser más livianos que los materiales tradicionales.
La búsqueda de opciones más sostenibles y limpias en el sector automotriz es fundamental para reducir la huella de carbono y mitigar los efectos del cambio climático. El motor de agua de Estévez es un ejemplo del ingenio y la creatividad que se necesitan para desarrollar soluciones innovadoras en este campo.
Sin embargo, son las opciones más consolidadas como la pila de combustible de hidrógeno las que están ganando mucha atención. La carrera contra el calentamiento global y en favor de una movilidad sostenible apenas empieza. Aunque los autos eléctricos por ahora lideran este rubro, podría ser que dentro de algunas décadas, tal y como pasó con los casets Beta, queden como una anécdota para los nietos o un afiche de coleccionista.