#ÓscarDíezMartín

La IA nos va a hacer más saludables

Me siento afortunado de que, como profesional de las Tecnologías de la Información (TI), me he convertido en un observador de primera fila cómo la inteligencia artificial (IA) está transformando la humanidad. En fechas recientes, he estado muy pendiente de su impacto posible en lo que respecta al cuidado de la salud. Me parece fascinante ver cómo esta tecnología está redefiniendo la atención médica, haciéndola más precisa, eficiente y personalizada.

Uno de los cambios más impactantes observados radica en en el diagnóstico y el tratamiento personalizado. La IA puede analizar grandes cantidades de datos genómicos y de salud, encontrando patrones y predisposiciones que muchas veces pasan desapercibidos para los humanos. Esto no solo permite diagnósticos más tempranos, sino que también ayuda a crear tratamientos adaptados a cada paciente.

Me viene a la mente una disciplina de la medicina tan precisa como para maximizar la efectividad de un tratamiento y nulificar efectos secundarios. En la actualidad ya se desarrollan modelos de IA en la biotecnología que arrojarán muy pronto resultados esperanzadores.

Un buen ejemplo es la vacuna contra el COVID-19, que se desarrolló en tiempo récord gracias a la colaboración global sin precedentes, la financiación masiva y los avances tecnológicos. Tradicionalmente, el desarrollo de una vacuna tarda entre 10 y 15 años; sin embargo, las primeras vacunas contra el COVID-19, como las de Pfizer-BioNTech y Moderna, recibieron autorizaciones de emergencia en menos de un año desde la identificación del virus. Este logro se debió en gran medida al uso de tecnologías de ARNm, a la disponibilidad inmediata de fondos para la investigación y a la realización de ensayos clínicos en paralelo en lugar de secuencialmente.

Con IA, el análisis de grandes volúmenes de datos genómicos y clínicos puede identificar rápidamente candidatos a vacunas y predecir su eficacia y seguridad. Por ejemplo, modelos de aprendizaje automático pueden filtrar millones de compuestos para identificar los más prometedores, y reducir así, de manera significativa, el tiempo de desarrollo. Así, mientras la vacuna contra el COVID-19 rompió récords históricos, el uso de la IA en investigación biomédica sugiere que el desarrollo rápido de vacunas podría convertirse en la regla y no en la excepción.

Medicina administrada con inteligencia

La eficiencia operativa de las instituciones también está destinada a mejorar con pasos agigantados gracias a la IA. Las tareas administrativas que solían ser tediosas y propensas a errores, como la gestión de citas y la facturación, ahora pueden ser automatizadas. Esto libera tiempo para los médicos y enfermeras, permitiéndoles centrarse en lo que realmente importa: la atención al paciente.

La atención al paciente también va a cambiar. Con asistentes virtuales y herramientas de telemedicina, la IA puede ofrecer asesoramiento médico inicial, gestionar consultas y realizar seguimientos de manera continua. Sumado a esto, los dispositivos de monitoreo remoto serán muy útiles para vigilar continuamente las condiciones de salud de los pacientes, alertando a los médicos sobre cualquier cambio crítico en tiempo real.

Laboratorios equipados con Inteligencia

La IA no solo está mejorando la atención individual, sino que también está revolucionando la investigación médica. La capacidad de analizar grandes conjuntos de datos de investigaciones y publicaciones dará a los científicos herramientas para identificar nuevas correlaciones y posibles tratamientos de manera más rápida y eficiente.

Los ensayos clínicos, la selección y el seguimiento de participantes también serán más expeditos, acelerando el desarrollo de nuevas terapias. En el ámbito quirúrgico, los sistemas robóticos avanzados guiados por IA están siendo diseñados para lleva a cabo procedimientos muy alta precisión, con lo que se pretende reducir riesgos y mejorar los tiempos de recuperación.

La realidad aumentada y virtual también serán complemento de estas tecnologías, proporcionando a los cirujanos herramientas de visualización y planificación que elevan la práctica quirúrgica a otro nivel.

IA Pública, frente a la utopía

En un mundo ideal, la salud pública debería ser beneficiada por la IA, pues acelerará la capacidad de predecir y contener brotes de enfermedades, a partir del análisis  datos a gran escala para anticipar y responder a emergencias de salud con mayor eficacia. Además, ayudará a planificar mejor la distribución de recursos, garantizando que el personal y los suministros lleguen a donde más se necesitan.

Pero es importante caer en cuenta que la integración de la IA en el sistema de salud plantea desafíos importantes. La seguridad de los datos y la protección de la privacidad de los pacientes son aspectos críticos que deberán ser manejados con mucho cuidado.

Además, será fundamental tener la certeza de que todos tengan acceso a estas tecnologías para evitar una brecha digital en la atención médica. Y, por supuesto, la capacitación continua de los profesionales de la salud resultará esencial para que puedan utilizar estas herramientas de manera efectiva y ética.

La incursión de la IA en el campo de la salud es ya irreversible. No hace mucho, parecía mera ciencia ficción, pero hoy es claro que es vital invertir en estas herramientas en todas las áreas, desde la atención de pacientes, hasta el desarrollo científico en torno a ella.  No es exageración que estamos ya en el umbral de un cambio disruptivo en la medicina.

 

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