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El Mundo Empresarial enfrenta una Revolución Biométrica

Recientemente he escrito sobre cómo la digitalización en algunos campos como el sistema financiero, transporte o industrial, está generando cambios que, si bien aún no lo son, pronto podrían ser de carácter disruptivo.

Dentro de esta marejada de cambios tecnológicos, existe otro elemento sobre el cual he visto también un crecimiento acelerado y que, sin duda, podría impactar en las empresas, tanto en pro de su eficiencia operativa, como en aspectos de seguridad, servicios y hasta replanteando modelos de negocio. Me refiero a la biometría electrónica.

Sin duda, podemos hablar ya de que estamos en medio de una revolución biométrica que podría hacer de esta tecnología, una herramienta esencial en el mundo empresarial. Medios especializados comienzan a plantearse este tema desde distintos escenarios de aplicación, haciendo evidente algunas tendencias que ya se están manifestando en las áreas de tecnología de empresas de todo tipo.

Una de estas publicaciones es Computer Weekly. En uno de sus artículos aseguran que los datos biométricos son únicos e imposibles de compartir, a diferencia de las contraseñas, las identificaciones físicas o las tarjetas inteligentes sin contacto. Por ejemplo, la autenticación de huellas dactilares garantiza que solo una persona autorizada pueda acceder. Claro que en el Cine, los villanos (o a veces los héroes) siempre se las ingenian para apropiarse del “componente” de identificación, como podría ser un dedo o un glóbulo ocular… pero si sigo con la descripción dejará de ser divertido y entrará al género Gore.

Tal como lo explica el medio estadounidense, uno de los puntos clave es la seguridad. Pero otros medios, menos tecnológicos pero con alto entendimiento de la tecnología en los negocios, como Harvard Business Review, exploran esta revolución biométrica desde el punto de vista de la experiencia del cliente.

El medio resalta cómo la comodidad y rapidez en el acceso a productos y servicios puede brindar una experiencia más fluida, permitiendo a los usuarios realizar transacciones, verificar su identidad y acceder a servicios de manera eficiente y sin esfuerzos innecesarios. Resalta como la biometría, en particular, agiliza los procesos de verificación y autenticación, reduciendo significativamente el tiempo y la complejidad para el cliente, lo que resulta en una experiencia de usuario más satisfactoria y eficiente.

Firmas de investigación de mercados como Statista o Grandview Research develan un crecimiento sostenido del mercado de la biometría en el mundo de entre 20 y 30 por ciento. Entre las áreas de desarrollo más importantes destacan el de huellas dactilares, reconocimiento facial, reconocimiento del iris, reconocimiento de voz y geometría de la mano y patrones de venas. Incluso, se estima que en el futuro se pueda lograr la identificación a través de la dinámica de teclado y el ratón. Sobra decir cuán útil que sería para el trabajo a distancia y el comercio electrónico.

Negocio de identificación

Retomando el tema empresarial, la adopción de tecnologías biométricas en empresas ya ofrece varios beneficios, incluyendo mayor seguridad, eficiencia operativa y mejor experiencia del cliente. Por ejemplo, en el sector bancario, la biometría ha reducido significativamente el fraude y los tiempos de transacción. En el retail, ha creado oportunidades para un marketing más personalizado y una mejor gestión del inventario.

Sin embargo, con estos avances vienen desafíos, principalmente relacionados con la privacidad y la seguridad de los datos. Las empresas deben asegurarse de que los datos biométricos se almacenen y procesen de manera segura, cumpliendo con regulaciones como el GDPR en Europa. Además, deben considerar los riesgos potenciales de discriminación o exclusión, especialmente en tecnologías como el reconocimiento facial, que han mostrado sesgos en ciertos casos.

Es definitivo que ante los riesgos comienzan a surgir regulaciones con respecto al uso de la tecnología biométrica y de la información derivada de ella, considerando aspectos fundamentales como el hecho de que los rasgos faciales son también propiedad de las personas y no de quien los obtiene o utiliza para algún fin determinado.

El Biometrics Institute ofrece siete principios éticos para la implementación y uso de estas tecnologías, los cuales son:

  1. Comportamiento ético.
  2. Titularidad de los datos biométricos y respeto a los datos personales de las personas.
  3. Servir a los humanos.
  4. Justicia y rendición de cuentas.
  5. Promoción de la tecnología de mejora de la privacidad.
  6. Reconocimiento de la dignidad y la igualdad de derechos.
  7. Igualdad y prevención de la discriminación.

Futuro biométrico

Son muchas las áreas de desarrollo para la identificación digital, tales como la llamada autenticación multimodal y MFA (autenticación multifactorial), que combina varias formas de autenticación biométrica y que se utiliza cada vez más en áreas de control de acceso en entornos corporativos que implementan estrategias de «confianza cero».

También destacan la interoperabilidad en plataformas de blockchain y el cloud computing. La biometría en la nube crecerá apoyada por la necesidad de las empresas de reducir costos. Esto incluye la adopción de dispositivos híbridos listos para la nube que facilitarán el acceso centralizado a sistemas y datos en múltiples ubicaciones.

La biometría, como plataforma de negocios y de servicios, estará reemplazando gradualmente los modelos tradicionales y conforme los usuarios vayan acostumbrándose a ellas, seguro veremos nuevos modelos de negocio surgir basadas en la agilidad que nuestros mismos rasgos físicos o guiños podrán darnos para acceder.

 

 

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