Apenas inaugurada en 2019, la a planta de ensamble de BMW en San Luis Potosí, México, mostraba ya la inclusión de tecnología de punta en sus sistemas de producción. No solo los procesos automatizados en las líneas de ensamble, sino también en otros sistemas periféricos como los de calidad, metrología, mantenimiento y capacitación.
El fabricante de automóviles alemán había anunciado a finales de 2017 una inversión de $20 millones de dólares en un centro de capacitación, para iniciar así la capacitación de sus colaboradores dos años antes del inicio de operaciones.
No es de extrañar que actualmente la empresa utilice herramientas de última generación para temas de capacitación, como lo es la realidad virtual (RV) y realidad aumentada (RA), los cuales son modelos que han ganado terreno en el mercado industrial gracias a permiten que los usuarios tengan un mayor acercamiento a su entorno laboral sin poner en riesgo los recursos económicos o materiales.
Realidad con ventajas
De acuerdo con información de BMW, las tecnologías RV y AR les permiten hacer una planeación rápida y flexible de sus estaciones de trabajo en producción, y tener toda su información ya digitalizada, lo que les representa una gran ventaja.
Los sistemas fueron desarrollados dentro de la misma empresa, y permiten crear nuevos cursos sin necesidad de codificación. Los usuarios, utilizando lentes especiales, pueden visualizar los componentes de los vehículos en producción y compararlos directamente con sus pares en modelos CAD, es decir, mediante dibujos parametrizados.
Incluso, los nuevos modelos de realidad virtual pueden generar condiciones “emotivas” al ser capaces recrear eventos de contingencia o incluso accidentes que las personas pueden visualizar virtualmente, sin que ello represente un riesgo para el usuario.
Las tecnologías de realidad virtual y aumentada podrían representar un mercado con valor superior a los $370 mil millones de dólares en 2022, y alcanzar los $525 mil millones en 2025, según información de IDC.
Además, en lo que respecta al hardware, los lentes y auriculares han crecido a ritmos de dos dígitos. En 2021, IDC estima que se colocaron más de 11 millones de estos componentes. El precio, como en toda curva de maduración tecnológica, se ha reducido con el tiempo. Mientras que en 2014 un equipo científico de desarrollo de esta tecnología podía alcanzar los $100 mil dólares, actualmente estos productos se pueden conseguir en $400 dólares para fines recreativos.
Menores curvas de aprendizaje
Las empresas se están dando cuenta de que en poco tiempo la RV será una herramienta útil. Muchas, como el caso de BMW que son early adopters, ya están comprobando sus beneficios. A las empresas con altas tasas de rotación y que requieren acelerar sus curvas de aprendizaje, la RV les será de gran ayuda para capacitar al personal, pues su efectividad frente a la capacitación tradicional también se ha demostrado.
Asimismo, se prevé que esas herramientas van a ser muy útiles para los programas de actualización, certificación y validación de capacidades y habilidades técnicas, además de que ayudarán a las empresas en su transformación digital al requerir que toda la información relacionada con maquinaria, equipamiento o procesos se presente en formatos digitalizados y parametrizados.
Entre los muchos beneficios que se prevé tendrá el uso de la RV y RA en las empresas destaca una mejor retención de usuarios (al tener práctivas vívidas), bajos costos de entrenamiento, reducción de accidentes, mejor asimilación de conceptos y conocimientos de los procesos incluso sin haberlos conocido físicamente.
A medida que se extienda el uso de la realidad virtual, el costo se reducirá aún más y se ampliará el acceso a modelos más fáciles de programar y más reales. Así que pongámonos nuestros lentes de RV y preparémonos para la acción.